domingo, 27 de septiembre de 2009

Chocolate belga

Aquí va la entrada que le había prometido a Miriam.
Bélgica no se distingue por su gastronomía, pero sí que hay algunas especialidades belgas, pocas, pero muy buenas todas. Una de ellas es el chocolate. A mí me gustaba el chocolate, sin más, pero desde que vivo en Bélgica cada vez lo aprecio más porque me di cuenta de lo que comía antes no sé si se podía llamar chocolate.
Por ejemplo, a los que digan que el chocolate blanco es una porquería les invitaría a probar un Manon de chocolate blanco de Leonidas. El chocolate negro también me sabe mil veces mejor aquí, aunque tenga mucho procentaje de cacao no sabe amargo, pero tampoco demasiado dulce. A mí me empezó a gustar el chocolate negro cuando probé las tabletas de Marcolini. Y mi preferido antes de venir aquí siempre había sido el chocolate con leche, que aquí se declina de mil formas: bombones, tabletas rellenas, todo tipo de postres de chocolate...
Hay chocolaterías por todas partes, en los supermercados hay estanterías llenas de chocolate de todos los tipos (imposible decidirse!!) y además los bombones, que aquí se llaman "pralines", son preciosos (y encima buenísimos).
Lo que es una pena es que con chocolate tan bueno, no hagan chocolate a la taza como es debido. Si pides chocolate en una cafetería te servirán una especie de Cola Cao, aunque ahora cada vez más se encuentran sitios en los que te sirven un vaso de leche caliente y un cuenco con pastillitas de chocolate que se derriten al echarlas en la leche y aunque la mezcla no es muy espesa, el gusto no está nada mal.
Hay muchísimas marcas, tipos y productos hechos con chocolate belga. Para todos los gustos y para todos los bolsillos. Para chuparse los dedos.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Cabeza de chorlito

Llevamos casi cuatro semanas de cole y todavía no ha habido un sólo día en el que Oihan no se haya olvidado algo: el jersey, la chaqueta, la cantimplora, hasta la mochila!!! Hay que tener mucho cuidado al salir del cole y preguntarle si tiene todo y aún así es más seguro comprobarlo por si las moscas.
Hoy he llegado y estaba en camisa así que hemos ido a por el jersey y el chubasquero. El chubasquero lo hemos encontrado rápido, pero para el jersey nos ha tocado dar varias vueltas por el patio, subir a su clase, mirar en los pasillos, en la mochila... Hasta que al final me he enfadado y le he dicho que si no encontraba el jersey no íbamos a casa, que me quedaría esperando una hora o dos si hacía falta. Entonces se ha acordado de que hoy ha tenido escalada y que seguramente se lo había dejado cerca del muro, le he mandado a buscarlo y ha vuelto contento con el jersey en la mano y ufff!! he respirado tranquila porque podíamos volver a casa. Entonces he cogido a Maite que andaba jugando por el patio y he visto que no tenía el jersey en la cintura. Al salir de su cole (que es el mismo de Oihan pero que está en otro edificio a unos 400 metros) me pidió que se lo pusiera en la cintura y al parecer se le debió de caer por el camino, pero me parece raro que no lo haya notado con lo que es ella que no deja pasar ni una. El caso es que el jersey era fucsia y es que entre tanto azul marino y blanco (colores del uniforme) destacaría un poco, así que he mandado a Oihan a su clase y a hacer el recorrido que habíamos hecho buscando el jersey de M. por si se le había caído por el camino. Nada, M. desesperada no paraba de llorar. Así que le he dicho que iríamos a casa, cogeríamos la bici e iríamos a buscar su jersey por el camino del cole de los grandes al de los pequeños. Hemos hecho eso y nada, así que M. ha decidido que este fin de semana tengo que comprarle un jersey, como si no tuviera más.
Para rematar el día, cuando hemos sacado las cosas de la mochila he visto que la cantimplora de O. no estaba en la mochila, le echo una mirada asesina y me dice "está en el patio". Lo mato!!! No sé qué hacer para que no se olvide las cosas cada día. Le voy a hacer una checklist que tendrá que completar ;-)
El caso es que a pesar de su cabeza de chorlito parece que en clase se concentra bien porque tiene los cuadernos llenos de comentarios positivos de los profes. Además está empezando a leer y escribir a velocidades increíbles. Aquí en Bélgica no empiezan hasta primaria, pero parece que esto va rápido. Hoy había copiado los deberes él solito, nunca le había visto escribir más que en mayúsculas y copiando palabras, nunca frases. Ya estoy impaciente por que empiece a leer aunque me temo que va a ser un devora libros y tendremos que decirle que no lea tanto.

martes, 22 de septiembre de 2009

27 km.

Es la distancia que hay entre Bilbao y Bakio, por lo tanto la he recorrido miles de veces. El domingo recorrimos la misma distancia, pero en bici. Yo que nunca he sido nada deportista estoy obligándome a dar buen ejemplo a mis hijos e intento hacer deporte con ellos siempre que puedo.
El domingo en Bruselas fue el día sin coches y aprovechamos la ocasión para dar un paseo en bici, que finalmente se alargó hasta alcanzar los 27 km. Pensábamos que Oihan no aguantaría tanto y tendríamos que coger un tranvía para volver a casa, pero no, se portó como todo un campeón y hasta iba más rápido que yo en algunas cuestas.
A pesar de que a Bélgica se le llama "le plat pays", Bruselas no es llano precisamente, hay bastantes cuestas y zonas que parecen llanas hasta que las recorres en bici.
Oihan está orgullosísimo de su hazaña y lo primero que hizo al volver a casa fue llamar a sus abuelas para contárselo, hasta nos pidió que le escribíeramos una notita a su profe que, por supuesto, también le felicitó. Ahora quiere ir en bici a todas partes. Le pregunté varias veces por la noche si no estaba cansado y cuando contestaba que sí, Maite decía que ella también. Qué morro, si a ella la llevaban en la sillita... pero creo que la enana no nos ha salido demasiado deportista, en cuanto anda un poco más de lo normal, se queja y pide que la lleven en brazos, espero que cambie para que pueda seguir el ritmo de su hermano (que pronto no podré seguir ni yo misma...)

lunes, 21 de septiembre de 2009

Overbooking

Ya estoy de vuelta, aunque casi llego con un día de retraso.
El jueves llegué al aeropuerto de Vancouver con unas ganas tremendas de volver a casa. Cuando fui a facturar me dijeron que había overbooking y me propusieron una noche de hotel por quedarme un día más. Contesté enseguida que no me interesaba. Entonces me ofrecieron además 250 libras (volaba con British Airways) y les contesté de nuevo que no, que mis hijos esperaban que al día siguiente pudiera ir a buscarles al cole. Volvieron a insistir, pero al parecer no les gustó la cara que puse así que me dijeron que esperara y al cabo de unos minutos vinieron a decirme que era mi día de suerte (sí hombre, mi billete llevaba tiempo reservado así que es su problema si hay overbooking) y que me ponían en business. Así que pude experimentar los súper asientos que se hacen cama, las copas de champán y otras tonterías por el estilo. A pesar de ser un viaje mucho más cómodo que en clase turista, creo que fue la vez que menos conseguí dormir, pero fue un viaje comodísimo, para qué negarlo.
Supongo que si me hubieran hecho la misma propuesta estando de vacaciones y con tiempo sí que habría aceptado, la oferta no estaba nada mal.
Así que el viernes llegué a mi destino. Mi reencuentro con X. no comment, creo que en ese momento pasó una corriente de aire polar, mejor olvidarlo. Pero después me dirigí al cole a buscar a los enanos. Maite me vio y salió corriendo a abrazarme dando un rodeo enorme. Cuando la tenía en brazos me preguntó "y papá?". Lo que hace la costumbre, después de que su padre fuera a buscarla durante dos semanas le extrañó verme. Luego fuimos a buscar a Oihan que vino corriendo al grito de "amaaaaaaaa". Pero después de unos besos y abrazos decidió volver a jugar con sus amigos.
Hemos pasado un buen fin de semana, mucha bici y el tiempo que estado en casa me lo he pasado recogiendo ropa, poniendo lavadoras y planchando. Gran cambio teniendo en cuenta que vengo de dos semanas de hotel... Una se acostumbra rápido a la buena vida ;-)

lunes, 14 de septiembre de 2009

O CANADA

Montañas, bosques, ríos y lagos.









miércoles, 9 de septiembre de 2009

Mi lugar en el mundo



Creo que todos tenemos nuestro lugar en el mundo. Ese sitio especial, que nos trae buenos recuerdos y al que necesitamos volver de vez en cuando. No es necesario estar físicamente allí, si no que basta con cerrar los ojos y recordar sonidos, olores, imágenes.
Mi lugar en el mundo es San Juan de Gaztelugatxe. La primera vez que subí hasta ahí arriba debía de tener unos 6 años y me sentí orgullosa de haber podido subir tantos escalones. Desde entonces he subido muchas veces y casi siempre pienso que no llegaré hasta arriba, los más de 200escalones impresionan, la verdad.





Es un lugar especial porque se ve desde la playa en la que pasé todos los veranos de mi infancia, que recuerdo como los momentos más felices. Cuando X. vino a verme por primera vez a Bilbao quedó prendado por San Juan y, cuando llegó el momento, decidimos casarnos lo más cerca que pudimos de allí, en la ermita de San Pelayo. Desde entonces vamos allí cada vez que podemos, solos, con los niños y la última vez, este verano, con unos amigos por una ruta más larga de lo habitual.
Este es mi lugar en el mundo, por su belleza, por los buenos recuerdos y porque desde allí se respira y se escucha el mar que tanto me gusta y tanto echo de menos.

Tiempo al tiempo

X. dice que aprovechará mi ausencia para reflexionar sobre nuestro futuro. Es consciente que tiene una vida que muchos querrían, pero no es feliz y no se conforma. Piensa que deberíamos separarnos por un tiempo. Yo estoy de acuerdo si es lo que él necesita, pero sinceramente pienso que a mí la separación no me ayudaría y así se lo dije, entonces cambió de opinión y dijo que ya se le ocurriría otra solución. Yo estoy segura de seguir enamorada de él, él sin embargo tiene dudas, no sabe si el amor sigue ahí ocultado por todas las circunstancias o si simplemente se fue, despareció. Va a usar estos 12 días para investigar, hurgar en el pasado e intentar encontrarlo (si es que de verdad se perdió). Espero que a mi regreso haya encontrado una respuesta y me pueda decir si el amor reapareció y si tuvo tiempo de ponerlo a punto de nuevo o si definitivamente se ha perdido y es posible encontrarlo. Yo mientras tanto he dejado la alianza en casa y se supone que tengo que dedicarme a mí, pero no puedo dejar de pensar en todo lo que dejé en Bruselas y que puede que tenga que abandonar a mi vuelta. Se puede querer demasiado?

martes, 1 de septiembre de 2009

Empieza el cole



En Bélgica el cole termina el 30 de junio y empieza el 1 de septiembre. Siempre las mismas fechas, así no hay dudas.
O. estaba algo nervioso porque hoy empieza la "grande école" (es como llaman aquí al paso de preescolar a primaria) y encima con uniforme. M. estaba triste porque ya no tendrá a su hermano en el patio para jugar.
Veremos lo que nos cuentan esta tarde...