Una de las cosas que más me llamó la atención al llegar a Bélgica fue la costumbre de comer tartines (sandwiches) al mediodía. Lo de los horarios de las comidas es otro asunto, que merecería otra entrada.
En mi primer trabajo aquí, la empresa ponía todo lo necesario para prepararse los sandwiches al mediodía y nos juntábamos todos en la cocina y nos preparábamos los bocatas. Otro elemento bien típico de la comida belga es la sopa que en invierno se hace imprescindible para dar un poco de calor y como mi primera estancia aquí fue en enero-febrero, la sopa/puré de verduras no faltaba.
Cuando empecé a vivir con X. me sorprendía que me preguntara "cuándo comemos caliente?" los fines de semana. Para él, y para muchos belgas, lo normal es comer una vez caliente y otra frío. Es decir, una vez se cocina (un plato único generalmente, nada de primero y segundo) y la otra se saca pan y todos los "rellenos" posibles y se comen sandwiches, en invierno precedidos por una sopita bien caliente y en verano quizás acompañados por una ensalada. El fin de semana se puede comer caliente a mediodía o por la noche, pero entre semana lo habitual es comer las tartines al mediodía y la cena caliente por la noche.
Los niños en el cole pueden elegir entre comida caliente y tartines. Si se eligen tartines somos los padres los que preparamos el tupper y podemos elegir si toman sopa o no. Si la elección se decanta por la comida caliente, los padres pagan y los niños reciben una comida caliente completa. Nosotros decidimos que O. y M. fueran al "repas tartines" para controlar más lo que comen y para compartir con ellos la cena en familia.
Todavía hoy se me hace extraño que coman sandwiches a mediodía, pero es lo habitual aquí y "donde fueres haz lo que vieres..."
Además de los sandwiches hay que prepararles pequeños tentempiés para los recreos y tiempos libres, en total tres. Yo intento ponerles cosas diferentes para cada pausa: una fruta, un lácteo, algún dulce. Además suelo ponerles un zumo pequeño y una cantimplora con agua. La verdad es que me resulta difícil y nos repetimos bastante, pero a ellos no parece importarles. Aquí cada uno tiene sus gustos, en los rellenos dulces para pan a M. sólo le gusta la Nutella, a O. le gusta la miel, la mermelada y la Nutella. A M. le gusta el queso, pero a O. no. A O. no le gustan los yogures de plátano. A M. no le gustan las manzanas... Vamos, un montón de cosas que hay que tener en cuenta.
Aquí una foto de la comida que llevó O. al cole hace unos días.