lunes, 23 de agosto de 2010

10 años

Pronto se cumplirán 10 años desde que me fui de aquí con lágrimas en los ojos por todo lo que dejaba aquí y con ganas de comenzar una nueva vida allí.
Ahora miro hacia atrás y estoy muy orgullosa de todo lo que hemos construido en estos diez años. A veces echo mucho menos las cosas de aquí, pero llevo unos años en los que paso un par de semanas aquí, rodeada de amigos y veo que mis hijos reviven todo lo que yo viví en mi infancia. Las cosas han cambiado mucho, pero aquí pueden salir a la calle a diario y jugar todos los días con los mismos amigos, disfrutar de la playa siempre que el tiempo lo permite y si no, siempre hay manera de inventarse un juego (este año fue una venta de chapas improvisada y un torneo de futbito). O. incluso puede bajar solo y disfrutar de su independencia, si hay algún problema sólo tiene que dar un grito y seguro que sus abuelos o yo nos asomaremos al balcón para ver qué pasa, y si no le oímos algún vecino o amigo estará ahí para ayudarle. Esto que parece tan obvio, no lo es tanto en Bruselas porque allí cada uno va a lo suyo y no se suelen preocupar por los demás (o "meterse en la vida de los demás", todo tiene su lado bueno y malo, claro).
Estas semanas en Bakio me sirven para recargar las pilas para el resto del año. Hablo tanto con mis amigos que me quedo afónica, voy a la playa siempre que puedo e intento moverme lo menos posible de aquí. Consiento a los niños tratando de evitar que se desmadren. Les cuento cosas de mi infancia y les enseño mis sitios. Aprovecho y como muchas cosas buenas. Siempre me dejo cosas en el tintero, pero sé (o espero) que el año que viene volveremos y podremos hacer cosas nuevas, o lo mismo de siempre porque aquí cambia el paisaje, pero lo esencial sigue ahí, igual que hace 10 años, ó 20 ó 30.

viernes, 20 de agosto de 2010

Villo

Desde el mes de julio soy abonada de larga duración de Villo.
Para los que no son de Bruselas, Villo es el sistema municipal de alquiler de bicicletas, hay estaciones de Villo literalmente por toda Bruselas, así que se pueden "alquilar" bicis casi en cualquier parte lo que hace el sistema bastante cómodo.
Yo tengo bici, pero vivo demasiado lejos del trabajo, así que el trayecto exclusivamente en bicicleta sería para mí algo largo, pero combinar metro con bici me viene perfecto, además así no tengo que utilizar mi propia bici y evito que me la roben, cosa bastante habitual en el centro de Bruselas.
La idea de Villo es precisamente esa, que se alquilen las bicis por periodos cortos de tiempo (la primera media hora es gratis) y poder dejarla en una de las muchas estaciones de bicis que hay por el centro.
El precio por un abono anual es de 30 € (ahora hay una oferta por la que no pagas nada hasta 2011) y con ese abono puedes alquilar bicis de manera ilimitada y gratis, siempre que las alquiles por menos de media hora cada vez, si la necesitas más tiempo, el truco es cambiarla antes de alcanzar la media hora.
De momento no he podido probar mucho el servicio, pero no está mal. Tiene algunos fallos como que las bicis son algo pesadas y que en algunas estaciones es difícil encontrar bicis a determinadas horas, pero como hay tantas, en peor caso tienes que andar cinco minutos hasta la estación siguiente.
Yo estoy contenta y espero seguir usando el servicio incluso en invierno, veremos si no llueve demasiado, porque eso de pedalear bajo la lluvia entre el tráfico no es lo mío.

martes, 17 de agosto de 2010

El nuevo look de M.

Desde el domingo 8 de agosto M. tiene un nuvo look, tal y como se puede comprobar en la foto.


Nosotros estábamos ocupados cubriendo y moviendo muebles para dejar todo preparado para las obras que acaban de empezar, mientrs que O. y M. jugaban en la entrada. El juego consistía en saltar. Cada uno levantaba la pierna y el otro saltaba. Al parecer a O. pensó que la cosa era demasiado fácil así que decidió levantar la pierna un poquito más. Creo que pensó que si su hermana se caía pondría las manos y asunto resuelto, pero al parecer a M. se le olvidó que tenía manos para parar el golpe y se dio de morros en el suelo. Resultado: un diente arrancado de raíz junto con un trozo de encía y un susto enorme para los papás y el hermano que no cuando se enteró que su hermanita había perdido un diente empezó a llorar desconsolado y no había quién le calmara.

Al día siguiente los niños y yo nos íbamos de viaje así que M. tuvo que hacer una visita de urgencia a su dentista que nos dijo que los otros dientes parecían bien anclados, pero que, por el golpe, podrían ponerse negros y que lo más importante era evitar las infecciones, así que le estoy poniendo una crema un par de veces al día. Luego llegarán las visitas de control... Pero creo que de momento la cosa va bien a pesar del susto.

M. se tomó bien lo del cambio de look, esperé a que ella me pidiera verse en el espejo para enseñarle cómo le había quedado la boca y dijo que le gustaba, que no quería que el nuevo diente le saliera hasta los ocho años. Chica decidida y de ideas claras. Ahora dice que ya es mayor porque le falta un diente y es lo primero que enseña a todo el mundo.

El Ratoncito Pérez pudo encontrar un libro de un conejo que había perdido un diente que le leyó su hermano y todos tan contentos.

domingo, 8 de agosto de 2010

Verano movidito

Stages.
Otitis de Maite, posible operación?
Buen tiempo.
Vacaciones.
"Accidente" de moto.
Mucho trabajo.
M. pierde un diente (por una caída)
Obras.
Bakio!!!

Un poquito de descanso y tranquilidad?

En cuanto tenga un poco de tiempo me gustaría contar todo con más calma.