domingo, 10 de junio de 2012

Servicios mínimos


No, no voy a hablar aquí de mi blog, aunque bien podría porque lo tengo abandonadísimo y de vez en cuando me entran remordimientos y me digo que no quiero cerrarlo así que me paso y escribo algo, para no sentirme tan culpable. Algo así como un servicio mínimo, no?

Aquí en Bélgica, creo que no existen los servicios mínimos en el transporte público. Esto significa que cualquier día puedes ir a por el metro, el autobús o el tren y encontrarte con que sencillamente no hay porque no sé porqué, pero aquí les encantan las « huelgas salvajes », esas que se hacen sin avisar, que no se sabe cuánto van a durar…

Yo tengo la suerte de que en esos casos doy media vuelta y me voy a trabajar a casa, es una de las ventajas de tener un trabajo flexible.

Cuando hay huelgas « planificadas » tampoco se respetan los servicios mínimos así que de la misma manera puede que no haya ningún tren que te permita ir a tu trabajo, ningún metro de tu línea… En ocasiones lo que sucede es que sólo parte del personal secunda la huelga por lo que intentan dividir a los conductores de la mejor manera posible para que las líneas más concurridas sigan con el servicio.

Llevamos ya desde Semana Santa sin huelgas de metro, pero la última duró bastantes días, tanto que la empresa de transporte decidió compensar a los usuarios que contaban con abonos de transporte en el momento de la huelga. Así que el viernes recibí un código para cambiarlo por un billete válido por tres días consecutivos.

Lo más curioso es que la gente apenas se queja por el hecho de que de vez en cuando sea imposible ir en tren a ciertos sitios, no funcionen los tranvías o una línea de metro o tengan que ir en taxi al trabajo porque no existe ninguna otra opción válida. Únicamente durante la última huelga se empezó a considerar la posibilidad de establecer la obligatoriedad de los servicios mínimos en esos casos, pero no he vuelto a oír a hablar de eso, habrá que esperar a la siguiente huelga importante.

martes, 17 de enero de 2012

Un dia para olvidar

A finales de octubre X se fue de viaje con su familia unos días y mi hermana y mi madre decidieron venir a visitarnos para que no estuviera sola con los niños.
El sábado pensé que estaría bien irnos de excursión a la costa, lo malo es que mi hermana y mi madre tienen puesto el chip «horario español» y les resulta complicado salir de casa antes de la doce un sábado. Yo mientras tanto me estaba poniendo nerviosa pensando que perdíamos el día (aquí oscurece antes, cierran muchas tiendas a las 6…), cosa que nadie entendía. Así que salí de casa para empezar a meter cosas en el maletero, cuando me di cuenta todo el mundo estaba fuera, pero ni los niños ni yo llevábamos las chaquetas puestas, cuando fui a entrar en casa vi que no entraba la llave en la cerradura. Pregunté quién había cerrado la puerta y fue Maite quién contestó. Mi hermana había dejado una llave en la cerradura por dentro y desde fuera, a pesar de tener la llave, era imposible entrar. Maite al cerrar la puerta no se dio cuenta de eso. Al final después de nervios míos, llantos de Maite, que se sentía culpable por haber cerrado la puerta, y pasotismo de los demás conseguí que el padre de una amiguita de M. que había sido cerrajero viniera a ayudarnos, antes intenté sin éxito ponerme en contacto con un cerrajero “de verdad”, pero parecía cosa imposible un sábado. Vi como abrían nuestra puerta con un plástico en un minuto, lo que no me dejó muy tranquila, y nos fuimos a la costa. Las sorpresas no se acababan ahí.
En la costa, mi madre tenía frío, mi hermana hambre y los niños y yo decidimos ir a dar una vuelta por la orilla. Después de un rato quise volver al coche para buscar algo y me di cuenta de que no tenía la llave. Buscamos en el trozo de paseo que separaba el coche de la playa, preguntamos en algunas tiendas por si alguien la había encontrado y la había dejado allí… pero nada. A mi hermana se le ocurrió ir a preguntar en la Oficina de Turismo que estaba muy cerca y ¡milagro! Alguien la había encontrado y la había dejado allí.
Al llegar a casa O. me dijo que la luz del baño estaba encendida, pero con todas las peripecias
de la mañana yo pensé que alguien la habría dejado encendida al salir. Los niños tenían ganas de comer pizza así que fue casi entrar y salir. Con Maite me fui a por la cena. Al volver mi madre me comentó que hacía mucho frío en el salón y que le parecía que entraba mucho aire por la ventana. Me acerqué y vi que la ventana estaba mal cerrada. Al darme la vuelta vi que la mesa del salón estaba llena de cosas, alguien había volcado una caja que tengo en mi habitación donde guardo joyas y otras cosas, parecía como si hubieran estado seleccionando el contenido. Ahí me entró el pánico y subí corriendo a las habitaciones,
en la de los niños no vi nada raro, pero en la mía me encontré que habían volcado las mesillas encima de la cama. Buscaban claramente dinero y joyas. No tocaron los ordenadores, ni la tele… En eso tuvimos “suerte”.
No sé ni cómo pude pensar, dejé a los niños cenando y llamé a la policía. Mientras llamé a los vecinos para ver si habían visto algo. La policía llegó bastante rápido y puse un DVD a los niños para tenerlos entretenidos mientras hablaba con la policía. El truco funcionó muy bien con O., que en cuanto ve una pantalla parece que se vuelve invisible, es como si el niño dejara de existir, pero M. estaba preocupada por saber qué había pasado. Y cuando vio a la policía la cosa empeoró, no paraba de preguntarles dónde estaban los ladrones, si se habían escondido en el sótano…
Con la policía intentamos reconstruir los hechos. Al parecer entraron por la ventana, probablemente eran dos y nos vieron llegar y salieron por la puerta del jardín. Puede que no se llevaran nada más porque no les dio tiempo, ya que llegamos y tuvieron que salir corriendo o quizás sólo querían joyas y dinero porque eso se lo podían llevar en los bolsillos sin levantar sospechas. La nuestra era la quinta denuncia del día en el barrio, se les había dado bien el trabajo.
Tuvimos suerte y el seguro cubrió todo bastante bien. El robo me dio más rabia por el valor sentimental de lo que se llevaron, entre otras cosas un anillo de mi abuela, el anillo que X. me regaló cuando me pidió que nos casáramos, las cadenas y pulseritas de los niños… Una cosa tonta que se llevaron fueron todos los adornos de pelo de M., cuando se enteró fue un pequeño drama para ella. Con esa pista la policía dedujo que se trataba de niñas las que entraron a robar, puede
ser porque no veo a ningún hombre capaz de llevarse todas las gomas, diademas y ganchos de pelo.
El caso es que a raíz del robo M. habla mucho de ladrones, hizo todo tipo de preguntas, si los ladrones tienen hijos, dónde viven los ladrones, por qué roban… Hasta cuando jugamos, siempre cita a ladrones. Han pasado casi tres meses pero todavía los tiene en el pensamiento. Poco después del robo descubrí que por las noches, envolvía sus muñecas en una mantita y las escondía debajo de la cama, para que los ladrones no las vieran. Le tuve que explicar que los ladrones no volverían, que pasan una vez y ya está. Pero sigue escondiendo cosas importantes para ella de vez en cuando. También me pregunta por lo que me robaron, uno de los anillos
que se llevaron lo solía llevar siempre puesto y siempre me pregunta por él. Tuvo pesadillas los primeros días, pero afortunadamente se le pasó bastante rápido. Y cuando llegábamos a casa siempre iba a mirar si la puerta por la que supuestamente habían salido estaba abierta. O., por su parte no ha dicho nada del robo nunca, como si no hubiera pasado.
Yo también estuve algo preocupada al principio, pero parece que lo voy olvidando, no tiene porqué volvernos a tocar (o eso espero). Los robos son algo bastante corriente en Bruselas, casi toda la gente que conozco que vive aquí ha sufrido alguno, en su casa o en la calle. No sé porqué la ciudad es tan insegura en ese sentido. Lo bueno, es que no rompieron nada y no se llevaron nada indispensable.
Ahora, toca olvidar.

miércoles, 4 de enero de 2012

Feliz año nuevo.

Terminé el año un poco harta de todo, preocupada por problemas de salud de un par de personas muy cercanas y por lo tanto estresada.
He empezado el nuevo año llena de energía, yendo al gimnasio, con la caja de ropa para planchar vacía (ya ha empezado a llenarse de nuevo), y con ganas de trabajar. Estoy también algo más tranquila. Pronto acaban las obras en casa y espero que el año nuevo nos traiga salud a todos. También espero tener el blog un poco menos abandonado que el año pasado...

martes, 6 de diciembre de 2011

Saint Nicolas



Desde que tengo hijos la Navidad empieza para mí el 6 de diciembre. Ese día celebramos la llegada del santo. Aquí trajo Legos y figuritas de Playmobil, confiando siempre en los clásicos.
Este año ha sido algo especial porque O., que ya tiene ocho años y medio, llevaba unas semanas haciendo todo tipo de preguntas y comentarios sobre la venida de San Nicolás:
cómo viene, porque hay niños que no tienen regalos, los niños de mi clase dicen que San Nicolás son los padres… Yo me imaginaba que con su edad y los comentarios de sus compañeros de colegio el secreto no podría guardarse por mucho más tiempo y mi preocupación consistía sobre todo en que su hermana no sospechara nada, ella con cinco años tiene todavía algo de tiempo para hacerse preguntas.
Esta mañana al ver los regalos las preguntas han vuelto y se ha atrevido a decirme que se imaginaba que San Nicolás son los padres, pero no quería decirlo porque si se entera San Nicolás igual no le trae nada (así que en el fondo sigue esperando que San Nicolás exista J). Todo un soñador, mi niño.
M. por su parte lo que sí tiene claro es que los San Nicolás que se ven por la calle no son de verdad y el sábado después de «hablar» con un San Nicolás en un centro comercial me dijo al oído «¿Sabes? ese no es el San Nicolás de verdad». A ella también le han dicho los niños del colegio que San Nicolás no existe, pero parece que sigue creyendo.
Es una pena que niños mayores vengan a romper los sueños de los pequeños. Yo recuerdo que a mí también me dijo otro niño que los reyes eran los padres y a partir de ahí me empecé a fijar más en todo y al final acabé dándome cuenta muy a mi pesar.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Una de las cosas que no me gusta de ser madre es que si estas enferma nadie te da mimos y ademas te sientes culpable por quedarte en la cama sin hacer nada. Eso de estar en casa sin hacer nada ya no es como antes.
Antes me "gustaba" estar enferma para poder quedarme tranquila en la cama, descansar... Ahora por las mañana me tengo que levantar a pesar de no encontrarme bien, salir de casa a pesar de todo para llevar a los niños al cole, preparar la comida, ocupar a los enanos cuando vuelven a casa y mientras intento descansar veo todo desordenado a mi alrededor y me pregunto que hago en la cama y me dan ganas de levantarme y ponerme a hacer cosas...
No vale, esto de estar enferma ya no tiene gracia.

El final del verano


Poco a poco va terminando el verano (si es que a esto se le puede llamara verano). Los niños han vuelto al cole, nosotros a nuestra rutina y el tiempo nos recuerda que dentro de poco los dias seran cortos, las tardes oscuras y desearemos que el tiempo pase rapido de nuevo para volver a disfrutar del verano (que esperemos sea mejor que este).
Empezamos el verano en Bakio, los enanos de vacaciones y yo trabajando, pero aproveche bastante para recargar las pilas. Desgraciadamente el tiempo no acompaño demasiado, pero fuimos a la playa todo lo que pudimos, incluso algun dia estuvimos paseando en bañador practicamente solos porque casi nadie se atrevia a desafiar al cielo amenazante.
Llego la vuelta a Bruselas y los niños tuvieron que ir a sus stages, es la unica manera que tenemos para mantenerles ocupados mientras trabajamos. Parece que esa opcion les encanta, sobre todo porque esta vez fueron a algunos de los stages con sus primos. O. probo con la quimica, pero parece que todavia le van mas los deportes, a el le habria gustado uno "quimica-deporte", pero creo que eso no existe. M. y su primito fueron a un stage de natacion, iban a la piscina todas las mañanas y M. se atrevio a quitarse los manguitos!!! Todavia era solo donde no cubre, pero ya era toda una proeza.
Por fin llego el momento de las verdaderas vacaciones, los cuatro a disfrutar del sol asegurado, los cielos azules y mucha playa y piscina. Aprovechamos que M. tenia fresco su stage de natacion para enseñarle a nadar y fue todo un exito. M. es todo un pececito con mucho caracter ydisfruta del agua de lo lindo, ahora solo hay que mejorar la tecnica. O. disfruto de los toboganes como un loco, yo no se como me ha salido un niño tan atrevido. Ademas leyo y leyo, dos libros enteritos, ya se ha enganchado a "Harry Potter" asi que tiene diversion para rato.
Pero todo llega a su fin y las vacaciones acabaron, volvieron los stages, esta vez con algo un poco especial: tiro al arco para O. y bici para M. Parece que M. se las apaña bien con la bici en los obstaculos, ya sabe hacer zig zags... Ahora solo tiene que crecer un poco para "heredar" la bici de su hermano. De momento puede usarla, pero no sabe arrancar ni frenar sola porque es demasiado pequeña. Con su bici va de maravilla, pero no tiene marchas y es demasiado pequeña asi que tiene que pedalear un monton para avanzar bien poco. M. podra enseñarnos todo lo que aprendio dentro de un par de fines de semana el "domingo sin coches".
Y el jueves pasado toco vuelta al cole. O. encantado de volver a ver a sus amigos y M. algo triste por dejar la "petite ecole". Todavia no esta en primaria, pero ya va al edificio de los grandes, con su hermano. Pero todo fue bien, al volver ya me dijo que le gusta mucho el cole de los grandes y que no quiere volver con los pequeños.
Para mi es bastante cambio porque ya no tengo que ir a dejarles y a buscarles a dos sitios diferentes y ya no dejo a M. en su clase, la tengo que dejar en la puerta, asi que parece que no, pero gano alrededor de 25 minutos al dia, que en un dia de amatxu no es poco.
La peque se nos hace grande, como pasa el tiempo.
Perdonad por la falta de acentos. Alguien sabe porque mi portatil no quiere poner acentos en internet? No tengo problemas para ponerlos en Outlook o en word, pero en facebook, blogs... no hay manera y me da una rabia...
Y por que blogger no me deja publicar?

jueves, 5 de mayo de 2011

Flores en la oficina

A X. le encanta darme sorpresas, venir a "secuestrarme" al trabajo para llevarme a pasar un fin de semana romántico, venir a comer conmigo sin avisar o enviarme flores.
Hace unos meses me llegó un ramo de flores a la oficina. Mis compañeros se quedaron alucinados, los hombre se sintieron mal y como obligados a tener un detalle con su pareja y alguna compañera se lo contó a su novio / marido. Semanas después empezaron a llegar ramos / flores y nuestra zona de la oficina se convirtió en la zona florida, decía que X. era un "trend-setter" y que gracias a él los compañeros sentían que tenían que ser más detallistas.
El otro día era nuestro aniversario de boda, 9 años ya, y X. insistía en que no tenía ningún regalo para mí (para nosotros no es una obligación hacernos regalos en fechas destacadas sino más bien cuando nos apetece), pero al final se presentó en mi oficina después de comprobar con mi compañero que no tenía ninguna reunión. Fuimos a comer a un restaurante japonés y al volver a la oficina... me encontré un precioso ramo de flores encima de la mesa. Mis compañeros pensaron que era por el día de la madre y cuando les dije que era nuestro aniversario pensaron que era un detalle muy bonito.
Yo debo confesar que cada vez que recibo flores me gusta pero si es en la oficina también me muero de vergüenza y creo que es esta parte la que más le gusta a mi querido marido, le encanta sacarme los colores.