jueves, 15 de octubre de 2009

Hundertwasser


La foto no es mía, la saqué del sitio que cito más abajo. Cuando tenga tiempo os prometo un paseo en imágenes por Viena.

Cuando viajo a una ciudad me encanta "perderme" por sus calles e impregnarme de la esencia del lugar. Antes de viajar suelo echar un vistazo a las cosas que no puedo perderme, pero si tengo tiempo me gusta también cogerme un metro o, si es posible un tranvía, y buscar atracciones menos conocidas.
Siempre había oído hablar de Viena como una ciudad señorial, con sus palacios y edificios majestuosos. Por eso me sorprendió encontrarme con esto.
Ayer por la tarde mi jefe me dijo que podía irme de la feria antes y aproveché para ir a dar un paseo. Hacía un frío horrible, después de un fin de semana casi primaveral ha llegado el invierno, hoy está nevando. Llegué en metro a una estación y me puse a caminar buscando la Kunt Haus Wien y me encontré con un edificio diferente. Es una casa de apartamentos y lo mejor es que dentro vive gente que paga una media de 5 €/m² por el alquiler. quién pudiera, eh?
Mientras caminaba por los soportales de la casa, que ahora se han llenado de tiendas de souvenirs, empecé a recordar que ya había oído hablar del creador de estas casa en un blog que lleva tiempo "dormido" y que espero que pronto despierte porque me encantaba. Aquí podréis encontrar más información sobre Hundertwasser.
Me encantan las sorpresas escondidas. Esas cosas que no sabes ni que existen y que descubres por casualidad.

Y para los que habéis preguntado y me habéis deseado suerte os diré que el fin de semana fue todo un éxito, tuvimos tiempo para hablar, descansar, reflexionar, reencontrarnos (la rutina a veces nos aleja más de lo necesario)...ahora falta poner en práctica todos nuestros buenos propósitos y ver si somos capaces de que la convivencia funcione.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La sorpresa que no pudo ser

Aquí ya ha llegado el otoño, pero a pesar de eso yo empiezo a ver el cielo un poco azul.
Hace unos meses decidí que le daría a X. una sorpresa. La semana que viene tengo que viajar a Viena por trabajo y pensé en ir antes y aprovechar el fin de semana para hacer turismo. Ninguno de los dos conocemos la ciudad así que me pareció una oportunidad estupenda. Compré el billete de X. y me dispuse a guardar el secreto hasta el mismo día del viaje. Pero claro, a mí no me gustan demasiado los secretos y me cuesta horrores guardarlos, encima con nuestra situación un tanto tirante me pareció imposible llevármelo al aeropuerto así sin decirle nada. Y si me decía que no venía en el último momento? Así que al final, se lo dije hace unos días. Su respuesta fue "y los niños?". Los niños se quedan con su tía y su madrina, las dos están avisadas y de acuerdo desde hace mucho tiempo. Así que ya no había más excusas, a pesar de eso me dijo que se lo pensaría. Finalmente, y en parte gracias a esta sorpresa que nunca a llegó a serlo, hemos arreglado un poco las cosas. Habrá separación, corta, pero lo suficiente para poner en claro ciertas cosas y enfrentar el futuro con buenas bases, no queremos seguir en el círculo vicioso de crisis y reconciliaciones, sino que queremos solucionar las cosas y construir algo duradero, con garantías.
Así que este fin de semana me voy a Viena con X. (se admiten sugerencias), vuelvo a Bruselas una noche y me vuelvo a marchar de nuevo por trabajo. Es que últimamente no paro. Pero bueno, a finales de este mes esto se acaba, así que estoy en fase de búsqueda de trabajo intensiva. Sin resultados de momento, puede que sea porque soy demasiado exigente?