domingo, 28 de febrero de 2010

Vacaciones en invierno con niños

No me gustan nada las vacaciones de invierno de los niños. Con mal tiempo nos vemos obligados a pasar muchas horas en casa y en una semana se me agotan las ideas. Siempre aprovecho el primer rayo de sol para salir, pero este año las vacaciones de Carnaval (la semana pasada) han sido especialmente lluviosas, frías y para colmo quedaban restos de nieve.


A O. siempre le ha costado jugar solo, salvo con puzzles y legos no hay manera de que se entretenga solo. Se pasa el día esperando que le ponga la tele un rato y a mí eso me desepera. Le encantan los juegos de mesa, pero a mí eso de jugar los dos solos no me hace demasiada gracia. M., sin embargo puede pasarse horas jugando sola con sus playmobil, sus muñecas o sus cacharritos. Ahora también empieza a interesarse por los puzzles y algún juego de mesa sencillito. Ahí puede jugar con su hermano, aunque de momento, no paran de pelearse cuando juegan juntos.


Empezamos la semana con O. participando en su primer cross. Quedó último pero lo importante es participar, la próxima vez se prepará mejor y espero que el tiempo acompañe algo más.





Nos disfrazamos







Fuimos a patinar sobre hielo. (disfrazados)






El primer día con un poco de sol corrimos al parque





El resto del tiempo en casa hicimos actividades con libros (pegatinas para M., pasatiempos para O.), intenté que hicieran alguna manualidad (sin éxito), cocinamos...Y tuvimos tiempo para ir al cine (Tiana y el sapo), fuimos a comer con la madrina de M., fuimos a un pelotero. Ellos bastante entretenidos y yo deseando que acabara la semana.

martes, 23 de febrero de 2010

Más tiempo=menos productividad

Parece una contradicción verdad? Pero es la forma en la que funciono. Me pasaba en el colegio y la universidad, estudiaba siempre cuando los exámenes se acercaban, trabajo mil veces mejor bajo presión y cuando más aprieta el tiempo.
Llevo casi dos meses en paro, durante este tiempo he trabajado algo, por ETT, pero muy poquito y siempre desde casa, sin embargo los días no me cunden. No tengo ganas de hacer nada, casi ni de levantarme por las mañanas y me pasaría el día en chándal. Creo que es hora de ponerme las pilas. Lo malo es que no quiero trabajar a jornada completa, lo que reduce muchísimo las posibilidades. Para empezar casi no veo anuncios de este tipo. Me hicieron una oferta de trabajo, un puesto a mi medida, pero es en una de estas instituciones que dependen de presupuestos,vistos buenos... y la firma del contrato tarda en llegar. De todos modos esto sería sólo por unos meses, pero creo que me bastaría para volver a ser yo misma, porque ahora mismo ni me reconozco por las mañanas, esto de pasarme los días enteros en casa (aunque a veces trabaje) no es para mí. Necesito salir, ver gente.
Por lo menos aprovecho para ir a buscar a los peques antes al colegio y O., sobre todo, está encantado.
A ver si esta semana me trae las noticias que espero o me pongo las pilas e inundo Bruselas de C.V. a lo loco a ver qué sale.

jueves, 11 de febrero de 2010

Passeport du bon écolier

El colegio de mis hijos no es público, es lo que en España sería un centro concertado. No pagamos casi nada, todo hay que decirlo, pero creo que no es público por el simple hecho de que es católico y aquí los colegios públicos son todos laicos. El caso es que no pagamos nada por la enseñanza en sí, pero recibimos menos ayudas por las actividades extraescolares, servicio de comedor, excursiones y de guardería (horas antes y después del periodo de clases obligatorio en las que podemos decidir si los niños se quedan en el colegio o si pasamos a recogerlos). Como ejemplo, en el colegio al que iba antes O. pagábamos algo así como 15 € al mes y aquí pagamos unos 20-25€ (por niño). Esto incluye la vigilancia durante la comida y una guardería de 3 a 5 de la tarde además de una guardería hasta las dos se la tarde los miércoles. También pagamos por ejemplo por el autobús que les lleva a la piscina (esto en los colegios públicos es gratis). No es nada, lo sé, pero comparado con un colegio público es casi el doble.
Elegí el colegio porque de los que están cerca de casa fue el que mejor impresión me dio durante las visitas, no porque no fuera público ni porque fuera católico.

Lo primero que me llamó la atención es que en este colegio, en primaria, los niños llevan uniforme, algo bastante inusual en Bélgica. El uniforme es muy relajado, sólo tienen que respetar colores: camisa o camiseta blanca, pantalón azul marino, jersey azul marino y calcetines blancos o azules. Después me di cuenta de que tenían un reglamento bastante más estricto que en otros colegios que había visitado. Por ejemplo, no se permiten aparatos electrónicos en el colegio (salvo aprobación expresa por parte del profesor o el director). Los niños no pueden llevar latas de refrescos ni patatas fritas (excepto si hay alguna fiesta o algo similar, pero no todos los días por norma)... y así algunas otras cosas.

El "Passeport du bon écolier" es un cuadernito morado que utilizan en primaria en el colegio de mis hijos. En la primera parte se explican todas las normas del colegio. Y luego hay una lista de todos los aspectos que hay que respetar en la vida diaria en el colegio.
Cada mes recompensan a los alumnos con buen comportamiento y les dan un "Diplome du bon éleve" (Diploma de buen alumno). Para conseguirlo los niños tienen que respetar normas básicas de comportamiento:
-respeto del material escolar y las instalaciones
- respeto hacia los compañeros y profesores
- buen lenguaje
- puntualidad
- respeto de los códigos de vestimenta
- hacer los deberes
.....

Si no respetan alguno de los puntos, les ponen un "bonhomme barré" (muñeco tachado). Si les tachan más de tres muñecos, les avisan de que hay que tener cuidado y les mandan algún tipo de actividad para que tomen conciencia de su mal comportamiento, dependiendo de lo que hayan hecho y de la edad del alumno puede ser un aviso a los padres, una charla con el alumno, una copia... No estoy demasiado al corriente, todavía no nos ha tocado.

Cuando reciben el primer "bonhomme barré" ya no pueden obtener el Diploma correspondiente a ese mes.

O. tuvo problemas con el material los primeros meses, todos los días perdía algo. Hay que decir que si un día pierdes un lápiz no pasa nada, el profesor te comenta que tengas más cuidado y ya, pero si la pérdida de material es continua como lo era en el caso de O. pues al final te ganas un bonhomme barré.

Cuando superamos el problema del material perdido vinieron las payasadas y O. hacía tonterías en la fila, hacía cosquillas a un compañero, sacaba la lengua a la cámara de la policía que había venido a darles un curso de educación vial...

Pero O. quería su diploma por lo menos una vez así que aprovechó el mes de diciembre que era más corto y obtuvo su primer diploma, volvió a casa contentísimo. En enero lo consiguió de nuevo. Sin embargo, el otro día llegué a buscarle al colegio y en cuanto me vio rompió a llorar y me enseñó el "passeport", supuse que se había ganado un "bonhomme barré". Entre lágrimas me explicó que mientras el profesor les decía algo, él había tirado intencionadamente trozos de goma al suelo y que por eso (por no respetar las instalaciones, ensuciándolas) ya no podría tener su diploma en febrero. Yo le pregunté si sabía que no hay que tirar cosas al suelo y él me dijo que sí y que adémás a otros niños les habían puesto "bonhomme barré" por lo mismo en otras ocasiones. O. lloró desconsoladamente por perder su diploma, pero aprendió la lección y me dijo que no volvería a tirar cosas al suelo, que para eso están las papeleras.

Al principio me pareció que el sistema del pasaporte era demasiado rígido, demasiadas normas para niños tan pequeños, pero todo está en la manera en que se lo tomen y además los profesores tienen siempre en cuenta las circunstancias... y los niños se toman la cosa muy a pecho y son capaces de portarse muy bien para poder conseguir su tan apreciado diploma.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Cuando tengo tiempo libre...






Canto en un coro.



Es un coro un tanto particular, gente de todas las edades, yo soy de las más jóvenes pero hay gente de más de 70 años. En las actuaciones solemos maquillarnos y disfrazarnos y muchas canciones tienen una pequeña coreografía que acompaña a la música.




Me apunté el año pasado porque siempre me ha gustado cantar en coros (no en solitario) y me pareció una buena manera de conocer a gente. No me equivoqué porque somo alrededor de cien coristas, todos muy simpáticos, se ve mucha solidaridad en el grupo, cuando alguien tiene un problema puede contar con los demás y además de vez en cuando nos reunimos fuera de los horarios habituales de ensayo el lunes por la tarde/noche y hacemos algo diferente juntos.



El pasado fin de semana estuvimos en las Ardenas de viernes a domingo respirando aire puro. Nos animamos a ir casi 80 personas. Dormimos en habitaciones de hasta cinco personas (vuelta a la época de los campamentos), cantando mucho, comiendo demasiado también y conociéndonos un poco más. Volví encantada de haber tenido la oportunidad de conocer a gente nueva y de haber conocido mejor a otros con los que ya había tenido la suerte de tratar. Si todo va bien la experiencia se repetirá dentro de dos años

Carnaval bajo la nieve




Hoy Maite celebraba Carnaval en el colegio y tenía que ir disfrazada. La semana que viene los niños tienen una semana de vacaciones. No sé por qué milagro he conseguido que posara con su disfraz. No ha durado mucho, han sido cuatro fotos, pero no puedo resistirme poner alguna. A pesar de ir disfrazada de "pirata chica" insistía en que le tenía que pintar un bigote, le he dicho que si quería le pintaba los labios... pero nada, empeñada, al final he conseguido que fuera así al cole y si quería le pidiera un bigote a la profe.
Como podéis observar, ha vuelto a nevar en Bruselas, ya ni siquiera nos llama la atención la nieve :-(

jueves, 4 de febrero de 2010

Descontrol

Cuando estoy sola (debería decir más bien cuando duermo sola) soy incapaz de irme a dormir a horas normales.
Si sé que X me está en la cama o va a ir a dormir pronto, me voy yo también, sin embargo cuando sé que dormiré sola me cuesta muuuucho irme a dormir y paso el tiempo en internet, viendo la tele, cualquier cosa por no dormir sola.
He llegado a esta conclusión después de muchos viajes y noches de hotel, de la visita a casa de mis padres sola y los últimos viajes de X. Incluso la semana pasada, cuando tenía visita (por lo tanto no estaba sola) me costaba más de lo habitual irme a dormir.
Menos mal que X vuelve mañana, pienso irme a la cama a las diez ;-)

martes, 2 de febrero de 2010

Postaleando

Estas navidades retomé la costumbre de enviar postales para felicitar el año y me apunté a la iniciativa de Miriam. Como me suele pasar casi siempre me pilló el toro y lo hice todo en el último momento y las postales que iban a a servir para desear una feliz navidad y un prospero año nuevo se quedaron en lo último únicamente. Yo me disculpo diciendo que tenía que ponerme al día con la mayoría de los blogs porque sólo conocía a dos de las personas que participaban en la iniciativa, pero no hay que hacerme caso, siempre se pueden buscar disculpas para todo, pero en realidad todo fue culpa de mi habitual desorganización.

Fue una gran alegría recibir (casi) todas las postales: Mirichán, Meli, Antonio, Miguel A., Lusika, Coro, Banyú, y me faltó la de Elena, que debió de quedarse en alguna oficina de correos de la Belgique o del Reino Unido.

Me encantó la experiencia y espero que el año que viene haya un nuevo envío de postales,mientras tanto, visito de vez en cuando las "casas" de estos postaleros. Antonio, a ver cuando tú te abres un blog también. Ha sido una buena oportunidad para conocer a gente nueva (o conocer más a viejos amigos) y de recibir buenos deseos de felicidad.

Nieve

He perdido la cuenta de las nevadas que han caído este invierno. Me gusta la nieve, ver nevar desde casa, tirar alguna bola, pero odio la nieve negra después de pisarla, los pies fríos después de andar sobre ella. Es muy bonito ver nieve en plena naturaleza, nada que ver con la nieve en la ciudad.
Por otro lado creo que este está el invierno más frío que he vivido. Pasamos más de un mes con temperaturas por debajo de los cero grados y ahora tampoco andamos demasiado lejos de los límites negativos.
Tengo ganas de sol y algo de calor, pero no creo que llegue pronto. Me parece que todavía nos queda alguna que otra nevada este invierno.