martes, 30 de diciembre de 2008

A París en familia


Oihan feliz en París

O. llevaba tiempo diciendo que quería ir a París y que quería subir a la torre Eiffel, desde que vió Ratatouille, por qué será?. A él eso de París le sonaba de lo más exótico y lejano, así que X. decidió que teníamos que darle una sorpresa (de las que le gustan a él) y llevarle a París.
Salimos el viernes a eso de las 6 de la mañana de Bruselas y O. no se podía volver a dormir en el coche porque para mantener la sorpresa se nos ocurrió decirle que íbamos a un parque enorme con columpios y él iba pensando en los columpios y toboganes por los que se iba a tirar. Al final decidimos decirle que íbamos a París y casi que se llevó una decepción en el primer momento. Luego se lo pensó mejor y se quedó dormido hasta que llegamos.
El primer día visitamos Notre Dame, el Louvre para ver la pirámide de cristal (dejamos la visita del museo para la próxima vez), Tullerías, Place des Vosges, Pompidou y la fuente, la torre Eiffel y los Campos Elíseos iluminados. Anduvimos mucho y fuimos en Batobus. Todo genial, los niños se portaron de maravilla y O. encantado con haber podido subir a la TOrre Eiffel, M. disfruto menos, pero quedó encantada con las luces de Navidad. Hacía muchísimo frío, pero fuimos bien preparados, llevábamos más capas de ropa que si fuéramos a esquiar.
El segundo día fuimos a pasear por Montmartre y Saint Germain des Près. por la noche volvimos a Bruselas. Dos días muy concentrados, pero lo pasamos genial.
Aquí os dejo unas fotos. Mientras tanto voy a preparar todo para mañana, cenamos con dos parejas de amigos en casa.
Feliz último día del año y si no vuelvo por aquí Feliz 2009 a todos.

Todos en el batobus



Primer avistamiento de la torre Eiffel









PD: No tengo fotoshop y no conozco ningún otro programa para hacer esos cuadritos con muchas fotos pequeñas, ya lo siento.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Feliz navidad!!!

Siempre llega Nochebuena y no me hago a la idea, tarda mucho en llegar y a la vez siempre me pilla desprevenida.
Como siempre lo dejamos todo para última hora, faltan regalos... Pero todo irá bien.
Para este fin de semana hemos preparado una sopresa a O., creo que le va a encantar. Y M. nos acompañará.
Como anécdota os contaré que ayer quedé a comer con la madrina de M. y fuimos a un Quick (versión belga del McDonald's), más que nada porque hay juegos interiores y así podíamos hablar tranquilas un rato. O. se quitó el aparato de la boca y tuvo la brillante idea de metérselo en el bolsillo de la camisa. Fui a ver cómo iba todo y vi que no tenía el aparato, le pregunté que dónde estaba y me señaló el bolsillo y en ese intante vió que estaba vacío, se puso blanco. Después de un minuto de dudas "qué hago?", una madre me dijo que me quitara los zapatos y entrara en el pelotero a buscarlo y ahí que me fui. Menos mal que tuve una suerte tremenda y en un par de minutos tenía el aparato en la mano. Uffff!
Sí, esto no tiene mucho que ver con el título pero tenía que contarlo.
Bueno, feliz Navidad y a disfrutar de la buena compañía.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Juego de niños

Hace muchos años daban en la tele un programa que se llamaba "Juego de niños" en el que los peques daban definiciones de cosas/personajes que les pedían. Yo siempre pensaba que era increíble la imaginación que tenían esos niños y resulta que ahora tengo uno así en casa.
Ayer O. y yo hablábamos sobre países y me decía que Rusia es un país muy grande donde hace mucho frío (los tópicos llegan todas partes, eh?) y luego me dijo que en Rusia hay muchos abetos pero están fuera y no les ponen guirnaldas. Claro, para él el abeto es un árbol de Navidad y creo que no ha visto todavía un bosque de abetos.
Esta mañana al ir al cole hemos visto la luna en el cielo y me ha preguntado "por qué está cortada? La habrá cortado con un cuchillo un hombre que ha estado en la luna?".
Estoy segura de que O. habría tenido mucho éxito en el programa.
Por lo demás hoy es teóricamente mi último día de trabajo del año. M. está enferma con fiebre "Maite est malat, elle a la fier" y se ha quedado en casa. Para colmo todavía no tengo todos los regalos y mañana tengo concierto de Navidad así que se avecina un fin de semana bien cargadito!!!

Buen fin de semana.

martes, 16 de diciembre de 2008

Grito, castigo, azote

Yo siempre había soñado con tener niños obedientes y juiciosos a los que se les explicaban las cosas a lo sumo un par de veces y obedecían. Pero esos niños existen realmente? O son sólo algo que se ve en las películas?
A mí me han salido niños rebeldes a los que me está costando educar mucho más de lo que yo me esperaba porque me plantan cara desde muy pequeños, desde que eran bebés me atrevería a decir.
O. pasó su etapa rebelde, la temible del no...y ahora tiene muy buenas intenciones, me dice a todo que sí, pero es un cabecita loca así que por un oído le entra y por otro le sale y es muy despistado así que acabo repitiéndole las cosas mil veces, pero ni aún así hay forma. Al final muchas veces acabo pegándole un grito y ahí reacciona y hace lo que le he pedido o lo que estaba haciendo y ha dejado de hacer porque se ha puesto a hacer otra cosa. Yo me pregunto por qué no reacciona cuando se lo digo de buenas y él me dice que porque cuando grito se asusta. Y por qué no me haces caso antes si te lo he dicho... y O. me contesta "sí, me lo has dicho muchas veces". Así que es consciente de las veces que se lo repito y de que después voy a pegarle un grito para que reaccione y que en ese momento va a hacerme caso, "por miedo a mi reacción? Qué tristeza. Él "se asusta" con el grito y yo pierdo un punto por haber utilizado un método que no me gusta. Pero a pesar de la mucha paciencia que le echo no he sido todavia capaz de encontrar la mirada o el tono adecado para decir las cosas una o dos veces y ya.
Lo de que hay que ponerse a la altura de los niños, explicarles todo bien e intentar hacerles entrar en razón lo tengo muy claro, en la teoría. Porque en la práctica se complica la cosa. Por ejemplo: cuando vamos a salir a la calle explico que hay que dar siempre la mano, no alejarse de mí y O., al que le encanta correr, no aguanta ni un minuto así. "Puedo correr?" me dice, y si veo que es un sitio seguro, le dejo con la condición de que pare cuando le digo "stop", tampoco quiero ser la madre que no deja hacer nada. Pues no es posible, al final tengo que gritar para que pare y no soltarle la mano para nada. Lo mismo si me acompañan a una tienda por ejemplo. La consigna es "no tocar nada", pero no son capaces, tengo que andar con mil ojos y acabar riñendo.
La cosa se complica cuando voy con los dos porque M. tiene que hacer todo lo que el hermano haga, aunque sea peligroso y yo me veo pidiendo a O. que dé ejemplo, lo que me parece algo cruel para un niño de cinco años.
M. ni siquiera tiene buena voluntad, a pesar de sus dos añitos, tiene actitudes muy "feas" como que cuando le riñes por algo, lo primero que dice es "es Oihan". Cuando ni siquiera sabía hablar señalaba a su hermano cuando hacía algo malo ella. Ahora está en plena fase de rebeldía y nos está probando, así que hace cosas como hacerse pis encima cuando le dices que ha hecho algo mal o intentas corregir su conducta (lleva sin pañal casi un año y desde entonces no ha tenido prácticamente "accidentes"). Las últimas rabietas fueron porque me cogió la cartera del bolso y quería jugar con ella, le dije que no, se puso a llorar y yo intenté que entrara en razón y nada, ella me dijo "pipi, pipi" como suele decir cuando le llevas la contraria (la mayoría de las veces lo dice a pesar de que ha ido al baño hace poco), le dije que no podía hacer pis, que acababa de hacer y... a pesar de todo se meó en el sofá de mi cuñada, así que la castigué para que pensara un poco en lo que acababa de hacer. Y ahí le dió la pataleta, así que se llevó un azote. Lo peor fue que después de eso vinieron otras pataletas por tonterías como que le tiré la peladura de una mandarina a la basura y cuando vi que se puso a llorar le expliqué que eso era caca, que no era la mandarina... pero nada, cuando ha decidido que le da por enfadarse, no hay quién la pare. Y yo lo intentó por las buenas y en lugar de escuchar una reacción positiva de su parte, grita todavía más y no calla hasta que la castigo mirando a la pared hasta que se calme o a veces cuando acabo dándole un cachete.
Desde mi experiencia como hija puedo decir que, desgraciadamente, yo era de las de M., muy rebelde y siempre llevando la contraria por fastidiar y la verdad es que había un método que usaban mucho conmigo: las amenazas, "si no haces esto te voy a castigar..." y en mi caso, los castigos casi nunca se cumplieron así que yo seguía en mis trece y seguí rebelde toda mi vida. Recuerdo un único castigo y me marcó. Con respecto al castigo físico sí que lo usaban conmigo, me he llevado bastantes azotes y con el tiempo vi que muchos los tenía merecidos porque de verdad muchas veces me portaba mal a propósito por el mero hecho de desafiar y mostrar mi carácter, pero en el momento en que me pegaban, de la rabia me ponía más histérica todavía. A veces me veo reflejada en el comportamiento de M. y no me gusta en absoluto.
De manera ideal me gustaría que todo fuera sobre ruedas y que nunca tuviera que recurrir a los gritos, los castigos y los azotes para educar a mis hijos, pero el momento todavía no ha llegado y me da pena no ser capaz de con una mirada, un gesto o una palabra dulce hacerles entrar en razón.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Qué frío!!!!

Tanto que O. me ha dicho cuando íbamos al cole "estoy congelado, como un salmón". Claro, alguna vez hemos comido salmón congelado en casa, de ahí su súper metáfora.
Llevamos ya como tres semanas rondando los 0 grados y tengo muuuuucho frío.

Simplemente genial: Stanislas

Hemos pasado dos horas geniales.



Se puede escuchar más en su sitio web:

http://stanislasmusic.artistes.universalmusic.fr/

miércoles, 10 de diciembre de 2008

La peque se hace grande


En agosto dejó el chupete. Demostrándonos su carácter, de vez en cuando le daba por tirar el chupete al suelo y se negaba a recogerlo, así que a la vuelta de las vacaciones, lo tiró en el avión y yo le expliqué que si no lo recogía se quedaría allí. Como yo lo había imaginado no lo recogió y cuando lo pidió en el coche le recordé lo que había pasado. Ella repetía "navión, tututte navión". Cuando fuimos a acostarla sin chupete se le hizo un poco difícil, pero ella misma decía "navión". Y adiós chupete, no volvió a pedirlo. Pero sigue tomando su bibe y todavía duerme en cuna aunque no por mucho tiempo, cambiaremos durante las vacaciones de Navidad probablemente.

Y lo más importante de todo, va al cole como una chica mayor, con su mochila al hombro y andando, no pide brazos a pesar de que hay un trecho desde casa. Lo mejor es que hoy no ha llorado cuando la he dejado en clase, me ha dicho adiós por la ventana y yo me he ido muy feliz y he llamado a X. para darle la gran noticia. Esperemos que dure y sea así siempre.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Siempre he soñado con tener una medalla


Estas fueron las palabras de O. al bajarse del podium. Hay que decir que tiene una medalla pero todos ganaron una, eh? No es el mejor judoka del mundo, hay que admitirlo, pero él está orgullosísimo con su medalla y se prepara para poder practicar atletismo el año que viene, porque la edad mínima para poder apuntarse es 6 años.

Y vino


San Nicolás hecho por O. Hay que fijarse en que tiene muuuuchos ojos (O. dice que siete) porque San Nicolás lo ve todo, por supuesto.

Sí, San Nicolás vino, y O. se llevó un pequeño disgusto al ver que a él sólo le había dejado una cosa al lado de la chimenea. Se puso a llorar y se preguntaba cómo era posible que San Nicolás le trajera más regalos a su hermanita que se porta peor. Pero San Nicolás había traído otro regalo, pero era tan grande que no cabía en el salón (bueno, caber cabía, pero luego no habríamos podido movernos demasiado), así que ahí nos fuimos los cuatro a la búsqueda del regalo perdido y lo encontramos!!! Un circuito de coches enorme que hace las delicias del llorón y del papá ;-). Qué penita que me dió y San Nicolás que quería darle una sorpresa... Y M. estuvo entretenida con sus nuevos juguetes y dando de comer a sus bebés, me extraña que no estén enfermos con una indigestión porque los pobres bebés se han pasado el fin de semana enchufados a los biberones.

viernes, 5 de diciembre de 2008

El cole

La adaptación al cole va mejor. M. empezó la primera semana muy contenta, creo que le gustaba eso de ser mayor y hacer lo mismo que su hermano. Además todo era nuevo para ella, pero creo que poco a poco se fue dando cuenta de que eso era definitivo y ya le gustó menos.
Una semana después de empezar a clase ocurrió la tragedia, se pasó todo el día llorando y no comió nada, su profesora y las cuidadoras estaban algo preocupadas. M. no participaba en clase, pero estaba atenta porque en casa cantaba canciones nuevas y nos contaba cosas que hacía en el colegio. Le preguntábamos qué le pasaba y ella nos contaba que un niño le había estirado el pelo y que habían castigado al niño por malo. Eso es algo que ocurrió el primer día de clase, pero ella lo contaba como si hubiera ocurrido hacía unas horas. O. nos contaba qué tal su hermana, si realmente lloraba o no. Él lo pasó bastante mal porque M. se pasaba el día pegada a él y ni siquiera le dejaba jugar con sus amigos. Al principio él estaba muy pendiente de ella, pero después de la novedad y al ver que ella no se le despegaba, le pedía que le dejara un poco en paz sin éxito. Así que tuvimos que hablar con los dos para que el problema no fuera a más.
Al final M. ha entendido que no puede estar todo el rato con O. y que él va a otra clase y no hay que llorar después de cada recreo. Y O. se sigue ocupando de su hermanita pero no la tiene todo el rato encima. Por otro lado parece que M. ya casi no llora en el cole, sólo cuando la dejo por las mañanas en su clase (los días que he ido antes y la he dejado en la guardería no ha llorado), hoy le he dicho "teatrera", estás haciendo teatro? y me ha contestado que sí. No creo que haya entendido mi pregunta, pero me he hecho gracia su respuesta y me he quedado más tranquila. Además, cuando voy a buscarla por la tarde se lo suele estar pasando tan bien que no quiere venir conmigo a la primera, sino que juega a esconderse, se queda hablando con otros niños, dando besos a las cuidadoras... Las profesoras y cuidadoras dicen que ya está casi integrada, que todo va mucho mejor. Espero que sigamos por el buen camino después de este pequeño retroceso en la segunda semana.

Venez, venez Saint Nicolas

Mañana es un gran día para los niños belgas. Viene San Nicolás con todos los regalos!!!
En Bélgica el 6 de diciembre se celebra San Nicolás. San Nicolás es en realidad San Nicolás de Bari que en algún momento se transformó en el Grand Saint como dicen por aquí. San Nicolás tiene un ayudante negro que en francés se llama Père Fouettard y van acompanados de un burro. Los niños dejan un zapato cerca de la chimenea el día cinco por la noche (además de una zanahoria y agua para el burro, que debe de estar agotado) y el día 6 por la mañana encuentran allí los regalos. En Bélgica es una fiesta infantil, se regalan juguetes y chucherías: sobre todo speculoos (galletitas de canela riquísimas) y nic nacs y... mandarinas. A los mayores, como mucho, nos regalan chocolate en el trabajo. Los niños cantan muchas canciones que tienen a San Nicolás como protagonista.
Esta tradición también es muy importante en Holanda (pero creo que allí pasa el día 5 y toda la familia se hace regalos), Luxemburgo, en el norte de Francia y creo que incluso se celebra en algunos lugares de Alemania y hasta en Polonia.
Por aquí O. está todo nervioso, lleva más de un mes cortando fotos en catálogos para preparar su carta. Fue dedicándose a esta difícil tarea cuando decidió que para hacerlo más llevadero no estaría mal cortarse el pelo. M. todavía no tiene muy claro como va esto de San Nicolás, pero seguro que también le cae algún regalo porque O. también eligió cositas para su hermana y las añadió en su carta.
A ver qué tal se porta el santo, de momento este fin de semana se presenta movidito, el sábado por la mañana en casa, luego O. participa en su primer torneo de judo, por la tarde a casa de los primos a intercambiar los regalos. Y el domingo a casa de la abuela y la bisabuela. San Nicolás pasa por todas las casas, así que el fin de semana que viene tocan padrinos/ madrinas... El cuento de nunca acabar, nuestra casa parecerá una tienda de juguetes la semana que viene. Y cuándo vamos a sacar un ratito para poner el árbol?