miércoles, 2 de abril de 2008

Las botas rojas

Oihan está encantado con sus nuevas botas rojas de goma. Cuando llega a casa por la tarde pide salir al jardín. Hoy quería llevarlas a la granja porque "igual allí hay mucho barro". Yo creo que si pudiera, dormiría con ellas puestas.

6 comentarios:

Resiliente dijo...

JAJAJA que dulzura y bueno si es feliz, dejalo. besos.

Mariana dijo...

Parece mi hijo que andaba con las botas verde fosforescentes... por dios...no se las queria sacar pero ni que la vida se le fuera n eso!
Que disfruten ellos que pueden andar con botas multicolores por todos lados!

Elenilla dijo...

Jajaja, que pobre. A Laura le compré el año pasado unas rosas que le estaban un poco grandes y se las ha puesto 4 días en dos años. No ha llovido demasiado por aquí últimamente.

Besitos

Edurne dijo...

Jajajaja! Es una gozada cuando te gusta algo estar todo el día con elloa cuestas... a mí también me pasa!
Que aproveche, además seguro que se siente el niño más feliz del mundo mundial!
Muxutuak

Irantzu dijo...

Que lindo es!!! :)
Y sus botas...
Exquisito... ojala haya mucha nieve todavia, para que las pueda usar!

Ainhoa dijo...

Sí, sí. Mientras él sea feliz con pequeñas cosas es lo mejor. Qué disfrute.
Aquí ya no hay nieve, ni siquiera llueve, pero el cielo sigue gris, es Bélgica, no?
De todos modos él se pone las botas todos los días con la excusa de salir al jardín "es que hay u poquiiiito de barro" y yo lo miro desde la cocina saltar y correr detrás de la pelota. Ahora tendré que buscar unas botas para M., que siempre quiere hacer lo mismo que su hermano mayor.