viernes, 14 de noviembre de 2008

Fin de una etapa

El lunes es el último día de guardería para Maite. Cerramos así una etapa importante en su vida, pero también en la nuestra.
Hace unos cinco años estábamos un poco desesperados porque yo había vuelto a trabajar y no encontrábamos guardería para Oihan. Afortunadamente por aquel entonces X. trabajaba en casa así que podía ocuparse del peque mientras yo estaba fuera trabajando. Sin embargo teníamos que buscar una solución rápidamente. Ninguna de las guarderías que habíamos vistado nos convencía y, de todos modos, todas tenían lista de espera. En una de estas guarderías nos dijeron que justamente acaban de abrir otra cerca de nuestra casa y ahí nos fuimos. Visitamos la guarde y aunque las instalaciones no eran ninguna maravilla nos cautivó la simpatía de la dueña, Meriem, y las chicas parecían muy simpáticas también. A O. también le cayeron muy bien porque les sonrió enseguida. El caso es que como era una guarde que acababa de abrir tenía plazas libres y estaba al lado de casa, qué más podíamos pedir? Oihan empezó a ir allí todos los días un ratito hasta que al final fue a jornada completa. Allí recibió muchísimo amor, aprendió muchísimas cosas e hizo buenos amigos (todavía conserva uno de esos amigos que espero que le dure toda la vida). Cuando empezó al cole yo ya estaba embarazada de Maite y ni siquiera nos despedimos de las chicas, volvimos unos meses después. Cuando le tocó el turno a Maite me quedé muy tranquila dejando a Maite con las "tatas", a pesar de que Maite se negaba a beber el bibe, ellas se lo daban "a chupito" si era necesario o me llamaban para que fuera a darle el pecho cuando veían que era necesario, poco a poco M. cogió confianza y es allí donde ella está contenta, la guarde es su territorio y allí tiene a su amiguita Sarah (que además es hija de Meriem) a la que no para de dar besos.
Con las chicas de la guarde hemos vivido embarazos, rupturas, reconciliaciones, fallecimientos de seres queridos, hemos llorado y hemos reído. Hemos visto como los bebés que llegaban con tres meses iban creciendo y se convertían en personitas independientes. A mí me gustaba ir siempre con tiempo para que me contaran qué tal había ido el día, las travesuras de los enanos, las penas y alegrías de las chicas y yo también les contaba todo, aunque a veces ni siquiera necesitaba hablar, me lo veían en la cara.
Sé que ellas estarán siempre ahí y que podremos ir a vistarlas de vez en cuando, pero ya no será lo mismo. Maite es una chica grande y empieza a ir al colegio el martes, pero siempre recordaremos a las tatas que han mimado a M. y O. como si fueran sus propios hijos, que les daban cariño cuando lo necesitaban, que les hacían comiditas caseras riquísimas, que les regalaban cosas porque sí y que les daban chuches bastante a menudo (de hecho O. cuando vamos a buscar a M. suele decir "por favor, me das un caramelo?" y claro, siempre sale con algo). Aquí estoy como una tonta llorando pensando que mi peque se hace mayor pero también porque es una despedida.
Merci Meriem, Stéphanie, Samira et Naima

6 comentarios:

Unknown dijo...

Yo tambien estoy como una tonta llorando.... hoy entiendo el valor de esas personas que cuidan de nuestros hijos y en quien confiamos... sin ellas que seria de nosotras...
Ojala Maite y Ohian de acuerden de ellas cuando sean grandes...
Como pasa el tiempo!!! no puedo creer que Maite ya este tan grande para ir al colegio de grandes!!!
Yo apenas estoy preinscribiendo a Luciano en la creche... no hya plazas... disque un año en lista espera!!! no pense que iba a ser asi!!.. estoy mas precoupada con esa situacion... en fin... ya veremos que hacer...
El lunes es un gran dia entonces!!! Bienvenida Maite al mundo de los grandes...jeje ;)
Muchos besos!!!

Charlotte Harris dijo...

Una entrada bonita donde las haya!
Enhorabuena!
Suerte a Maite en su colegio para grandes!

Maria Andrea dijo...

Cada etapa tiene lo suyo, te entiendo. Besos

Elenilla dijo...

Yo también lloré cuando Laura dejó a su primera profe de la clase de un año. Siempre digo que en vez de adaptación de los niños tenían que hacernos a los padres una adaptación de profesores. Yo me encariño enseguida con los profes y luego me da pena que los enanos pasen de curso.

Buena suerte a M. en el cole de Mayores!

Besos

London dijo...

Normal que te emociones, sólo de pensar que este es el último año de guarde para mi peque, se me pone un nudo en el estómago y aun faltan meses.

Es fantástico que entablaras esa relación con las profes de la guarde, toda una suerte.

Un beso y ánimo Mayte!!

Irantzu dijo...

Es triste, pero también es una muy bonita historia...
Un abrazo! :)